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en el Satsang de Mooji en Monte Sahaja el domingo 22 de junio

 

Pues eso… que ayer (o anteayer, que ya es martes 24) domingo 22 de junio de 2014 fui a Portugal para asistir a un Satsang de Mooji en Monte Sahaja, cerca de la localidad portuguesa de São Martinho das Amoreiras. Pero tranqui, que no te voy a hablar de Mooji ni te voy a convencer de nada… solo voy a comentar las anécdotas que nos pasaron (a Juan Antonio y a mí) en este paseíto de casi 18 horas de coche… Es que de publicarlo en mi muro de Facebook iba a ser muy largo y… bueno… quien quiera leerlo que venga a mi blog 🙂

 

Te voy a poner una foto de Mooji cuando entró en el recito y ya está… si quieres ver más fotos o videos de Mooji, entra en su sitio web (el enlace lo tienes en el primer párrafo).

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Mooji en el satsang del domingo 22 de junio de 2014 en Monte Sahaja

 

Lo que te voy a contar es que en la vuelta nos dimos cuenta de que una rueda había reventado…

Ya te dije que no te iba a contar nada de este "maestro", y a pesar del título, la historia va de una rueda… o no… por poner algo… jejejeje

… seguramente se rompió mientras íbamos o volvíamos de Monte Sahaja, ya que es camino de tierra, pero no noté nada raro hasta que estábamos en una carretera de "asfalto", ya que escuchaba un ruido raro, como si una puerta no estuviera bien cerrada… pero no, resultó que era la rueda trasera del lado del copiloto (ver la foto 2).

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Foto 2. El pinchazo/reventón de la rueda del coche

Por suerte tenía una rueda de recambio en buen estado, también tenía gato… tal como puedes apreciar en la foto… lo que no tenía era una llave para aflojar los tornillos de la rueda… no… :-/

Así que… aparte de "intentar" llamar a la compañía del seguro… paramos a varios coches… pero el "destuercador" era para tuercas más pequeñas, así que… nada que hacer.

De todas formas, el primero que se paró, después de parar también a otros coches y comprobar que las llaves eran también para tuercas más pequeñas, dijo de ir a buscar alguna que nos sirviera (una de esas de cuatro). Y se fue.

Pero nosotros seguimos parando más coches… los de una furgoneta tenían una llave que encajaba, pero como estaba preparada para tuercas de varios tamaños, al final no se quedaba "fija" y no desenroscaba nada… probamos usando un tornillo para fijar el "cambiador de tamaño", pero nada… la chica dijo que "vaya mierda de inventos nuevos" (en portugués, pero se entendía lo que quería "expresar" jejeje).

Seguimos parando otros coches, pero nada de nada. Por fin paramos a un "4×4" (en realidad era una furgoneta de trabajo, que no de paseo) y ¡por fin! ¡¡¡esa llave si que servía para los tornillos de la rueda del coche!!!

Pero… siempre hay un pero… jejeje… uno de los tornillos (tuercas) se resistía, vamos que no se aflojaba (estaba como desgastado)… por suerte, pasó otro coche en dirección contraria que resulta que los que se pararon los conocían, así que… le preguntaron por si tenían una "cruceta" y sí… la tenían… pero… tampoco servía… vamos que el tornillo no agarraba  por tanto no se podía aflojar… hasta que a uno de los del primer grupo se le ocurrió sacar un trozo de papel higiénico (de color rosa, por cierto) y con ese "truco" se pudo aflojar el tornillo… ¡BIEN!

Y ya terminamos de poner la rueda "buena" y después de los "obrigados" correspondientes, nos fuimos, no sin pensar en el primero que se paró y que fue en busca de una llave adecuada.

Decidimos no esperar… así que nos fuimos.

Después de pasar el pueblo de São Martinho das Amoreiras, vimos que una furgoneta se paraba un poco y nos pareció que era para dejarnos pasar por la carretera estrecha, le dimos las gracias y seguimos. Pero como me resultó raro (había espacio suficiente para los dos vehículos a pesar de la estrechez de la carretera) miré por el espejo retrovisor y vi que estaba haciendo maniobras como para dar la vuelta. No le dimos más importancia y seguimos nuestro camino de vuelta.

Paramos en una gasolinera para repostar e intentar inflar la rueda, por si era un pinchazo, pero no… no era un pinchazo, tenía una raja de más de 20 cm… así que… nada que hacer.

Cuando salimos de la gasolinera y tomamos la carretera nacional, vimos que los de la furgoneta que nos cruzamos estaba parada junto al coche de la pareja que se paró primero… los saludamos y.. sí, volvió el buen hombre a llevar más herramientas, pero se dio cuenta de que ya lo habíamos solucionado.

Y poco más hay que contar, salvo que Sevilla tendrá un color especial (según la canción escrita por César Cadaval y que seguro que te sonará cantada por Los del Río en ocho apellidos vascos) pero no tiene buenas indicaciones para dejar la ciudad… y esto no es nuevo… y ni con la expo del 92 lo solucionaron.

Para salir de Sevilla, tuve que usar el GPS y cuando ya íbamos por el "buen camino", despacito, a 80 donde podíamos ir a 100, un coche de la policía local se metió también en la SE-30 y se puso a nuestro lado… yo iba tan tranquilo hablando con Juan Antonio, el coche se puso primero a nuestra derecha (en un semáforo) y después detrás del coche… pero vamos, que nada raro… hasta que empiezan a hacer señales con las luces… y dice Juan Antonio Eso es que te han visto cara de talibán… ponen el intermitente, al darme cuenta, lo pongo yo también y voy buscando dónde poder detenerme… se ve que ellos tenían menos paciencia y encendieron las luces esas que llevan arriba… la cuestión es que no era plan de pararme en un arcén estrecho, así que busqué una especie de glorieta en un desvío que había… se pararon detrás… y… lo típico: A ver, documentación, los papeles del camión, eso no dijo el municipal, perdón policía local, que s4e acercó a mi ventanilla… pero me acordé de la canción de "Los Chanclas" en la canción "Contrabando de sandías y naranjas podrías".
En realidad preguntó a dónde íbamos y de dónde éramos, me pidió el carnet de conducir, comprobó que era de Nerja (que es lo que le dije) y amablemente nos dejó seguir nuestro camino.

Y ya… no mucho más, salvo que yo me caía de sueño, de 80 prácticamente no pasaba (y eso que íbamos por la autovía), parábamos de vez en cuando, un poco de agua en el cuello, un poco de agua en la cara… Juan Antonio de vez en cuando bajaba las ventanillas para que no me durmiese, y salvo un aviso de la línea esa con "ruido" no di más cabezadas… es que mi compi de viaje no conduce… o se fiaba más de mí a pesar de que se me cerraban los ojos… en fin…

Y pasaron más cosas… nada que resaltar, pero ya no voy a seguir, porque si no… esto no lo publico nunca.

 

Por cierto, como ves no te he comido el coco con esto de Mooji, pero si te voy a dejar el enlace a las dos sesiones de satsang que dio el domingo 22 de junio de 2014, nosotros solo asistimos a la primera, pero te dejo el enlace a las dos… eso sí, todo está en inglés… y si alguien se anima a subtitularlo (en inglés o en castellano) sería de agradecer.

Primer video:

 

Segundo video:

 

Nos vemos.
Guillermo