Archivo por días: 22 febrero, 2010

Las cosillas del lunes 22

Pues eso… que hoy lunes amaneció despejado y aunque Mari Ángeles me llamó a las 7.40 para decirme que no se encontraba bien del resfriado y que no iría a andar/correr, llamé a Pili a ver si quería que nos viésemos en el Morasol que le pilla más cerca de su casa…
Y allí quedamos a las 8… aunque yo llegué un poquillo más tarde, ya que me "entretuve" copiándole fotos a un pendrive… y después de llegar casi 10 minutos tarde… ¡se me olvidó llevárselo!
Sí, como te lo digo… ya que después de copiarlo, me cambié de ropa y… se me olvidó encima de la mesa… en fin… cosas de los despistes del Guille… aunque supongo que no soy el único… que… en fin…

Estuvimos por el río Chillar, desde el polideportivo/morasol y llegamos un poco después de la cantera… Antes, por el camino nos encontramos con Antonio que iría a su campo… este Antonio es otro Antonio, no el Antonio de las correrías, (es Antonio el del refugio), es que ya me he encontrado con él un par de veces y creo que debo "recordar" esos encuentros… porque si se producen, por algo será… 
Cuando acabábamos de pasar la cantera empezaron a caer unas gotillas… nos volvimos… pero al poco paró de llover, así que… nos dimos la vuelta y de nuevo nos adentramos río adentro…
Cuando llegamos a una parte que ya estaba más complicailla de cruzar, nos volvimos… y cuando llegamos a la fábrica de la luz (junto a la cantera) en vez de seguir por el río, nos fuimos por la carretera asfaltá… de cemento, no es asfalto pero tampoco es tierra y piedras… por ahí nos encontramos con estos bichos de la foto 1 (que no sé qué bichos son), pero ahí iban ellos en fila y dando las vueltas que da el que iba en cabeza…

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Foto 1. Una procesión de "bichos"

Por aquí más o menos se puso a llover más en serio… tanto que ya se estaba pasando de la cuenta… y además con unos goterones que ni te cuento… y la verdad es que nos quedaba un buen rato para llegar hasta donde yo tenía la moto… y algo más hasta donde ella tenía que ir… Pero… como no llevábamos ni chubasqueros ni paraguas… ¡a mojarse toca! Y nos mojamos, digo que nos mojamos, ya que hasta que llegamos al Morasol no paró de llover… y después ni una gota más… menos mal…

 

(después sigo…)

 

-Migue, portátil
-Piscina

 

Tenis: No sé cómo fue, pero cuando quise darme cuenta de la hora, ya casi eran las 7, hora a la que me llamó San para ver si yo iría al tenis y para decirme que seguramente llegaría más tarde.
Entre unas cosas y otras, llegaría yo después de las y cuarto… y San ya había llegado, osea que al final fui yo más tardón.

Allí estaban (si mal no recuerdo) Elvira, Vanessa, Vicky y San, cuando llegué estaban practicando los golpes de derecha y revés. Después estuvimos practicando en parejas y en individual (contra las parejas).

El último cuarto de hora estuvimos peloteando, San y yo en la pista de arriba y las otras tres en la pista de abajo.

 

Después del tenis, casi como de costumbre, San y yo nos quedamos un ratillo hablando y en vista de que el parloteo se alargaba más de la cuenta, San me preguntó si íbamos a darle un paseillo al Coco, y eso hicimos… Dijo de que avisáramos a Inés por si se apuntaba y la llamamos, pero estaba dando clases y aún le quedaba un rato, así que… le dijimos que avisara cuando terminara y la recogíamos, mientras tanto nosotros fuimos a por el "chucho" y le dimos una vueltecilla para que el pobre perro estirara las patas y si encartaba que hiciera sus necesidades, que las hizo, sí, y hasta sirvió de abono para las plantas… mejor eso que dejarlo en la acera para que la pisara los corredores que unos segundos después aparecieron…

 

Después de la vuelta, que ya casi sería la hora, fuimos a recoger a Inés, San aprovechó para comprar pan en el Ortiz y como yo tenía la moto, antes de nada nos pasamos por el poli a recogerla, mientras íbamos para abajo, estuve hablando con la Rity para explicarle cómo iba el tema de hacer comentarios en el blog… un ratazo que estuvimos hablando…

Cuando llegamos a la calle de San, ya había llegado Gustavo, así que… ella se quedó en su casa y nosotros dos nos fuimos caminando para el pueblo… la verdad es que a esas horas apetece caminar, y más cuando uno se acostumbra, y si va con compañía, pues mejor aún…
La verdad es que dimos un buen paseo, ya que bajamos hasta Burriana y de allí al paseo tirando por el parador y por el parking de Carabeo… una buena caminata, sí señor.

 

Nos vemos.
Guillermo