Martes negro

Pues eso… pero… que mal suena así ¿verdad?

No, es que ya sabes que los martes y jueves son días como más tranquilos y lo de negro (entre otras cosas) es porque me fui un rato a la playa… y notaba cómo me tostaba… sí… no olía a quemado, pero casi… y es que el agua estaba demasiado fría como para ir dándose uno bañitos de vez en cuando… aunque al final, un poco antes de venirme sí que me bañé… estaba fría el agua, para que voy a decir otra cosa, pero… si no llega a ser por las piedras del Playazo… ahora con el levante está moviendo la arena de un la do a otro, aunque lo mismo da levante que poniente, ya que por el lado que me puse, siempre hay piedras… si quieres arena, o te vas a la playa del Chucho o una mijilla después de la desembocadura del Chillar…

Pero eso fue por la tarde… por la mañana estuvimos, Antonio y yo, "corriendo"… sí, ya sé que no es corriendo, pero lo que sí es… es andando rápido… y mucho, que Antoñico cuando mete la directa no hay quien lo pare… y porque estuvo recolectando "cosas" que había en medio del camino y eso aminoró un poco el ritmo, pero el recorrido completo lo hicimos en poco más de 50 minutos, que está bien… que parece que no, pero hay un buen tramo desde el paseo de la Torrecilla (o de la plaza de los Cangrejos), vamos, desde la punta que da vista al Balcón de Europa, hasta el final del césped del apartotel Marinas de Nerja.

Hice algunas fotillos de las olas dándose trompazos con las rocas… pero ahora no las voy a poner ahora… puede que otro día.

Hoy, además de recoger un portátil para ver si lo "limpio" estoy enfrascado con "cosillas" que me da la gente para que no me aburra… ya te contaré… 😉

 

Nos vemos.
Guillermo

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