Miércoles (también santo) no muy deportivo

Pues eso… que con la cosa de que hoy por la mañana me he ido a Vélez a ver si me dan los papeles de lo que me han estado haciendo en los zojos, pues… no hemos ido a andar, además de que Antoñico (el rubio) ha sido el que me ha llevado al hospital.

 

En Vélez no hemos tardado mucho, sólo que tuvimos que esperar a que la encargada de dar la información que yo iba buscando regresara de desayunar, y no es por la espera del desayuno, ya que en realidad el horario que tiene de atención al público es de 11.30 a 14.30 y claro, llegamos un poco antes de las 10 y si hubiésemos tenido que esperar a las 11.30, como que no… ya que Antonio tenía su cita en el ambulatorio a eso de las 12 ó 12.20.
Pero bueno, sólo nos quedó esperar media hora, tiempo que aprovechamos para ir a tomarnos un cafelito… o un zumo, y un café y pan con aceite… es decir, un desayuno… eso sí, sin "krispis" ni churros… jeje

Cuando me tocó el turno no tardé demasiado, ya que la información que yo buscaba no me la daban inmediatamente, si no que me la darían en 15 días laborables y que ya me avisarían cuando tuviera que ir a recogerla. Eso sí, al igual que para solicitarla, tengo que ir yo personalmente, aún así le pregunté qué había que hacer si yo quería que alguien la recogiese por mi, me dijo que tendría que firmar una autorización y que además de la fotocopia de mi carnet también tenía que llevar la fotocopia del carné (lo de poner aquí carné y antes poner carnet es porque me ha dado por ahí, como ambas dos formas son válidas, pues… para que lo sepas… jejeje) de la persona autorizada. La verdad es que en ese momento estaba pensando en Rosa, ya que la otra vez fue la que me pidió la cita para la oculista (es que tengo duda si se dice oftalmóloga u oftalmólogo, es que oftalmóloga no suena bien ¿no? pero supongo que las dos formas serán correctas, ya que el corrector ortográfico del Windows Live Writer no me da error en ninguna y si no le pongo la tilde a la forma femenina, me la corrige aceptándola… en fin… esto como lo de anduve y andé… hasta que me acostumbre…). Pues eso, que era por si le daba el encargo a alguien… aunque Antonio me dijo (en su estilo) que pa qué se lo iba a decir a nadie, que él me traía… pero Antonio, y si ese día tu tienes que hacer cualquier cosa y no puedes venir…, Es verdad. Y así se quedó la cosa, que si me avisan, se lo digo a Antonio y si él no puede, ya me busco la vida o bien para que otra persona me traiga o para pedirle el coche al David, que no sería la primera vez… y si nada de esto funciona… con ponerle cara de bueno a Rosa, pues… jejeje

 

Más al medio día me pasé por la tienda de mi hermano a ver si le asignaba una letra a uno de los discos externos con idea de que siempre usara esa misma letra, independientemente de cuántos discos tuviese conectado en ese momento, ya que también le tenía que dejar listo un ficherillo con las instrucciones correspondientes para que él hiciera sus copias de seguridad antes de trastear en las fotos guardadas en los discos fijos del ordenador. Pero como había gente a la que tenía que enseñarle cosas en el ordenador, pues… lo dejé para otro rato.

 

No se si fue este miércoles o ayer martes (recuerda que algunas veces las crónicas las escribo varios días después y esta en concreto la estoy escribiendo el sábado 3 a las 15.14), la cosa es que el otro día, creo que el martes por la tarde, pero lo mismo fue el lunes, nos encontramos con Lucía Muñoz y comentó lo del nuevo libro, que si tenía algunos ejemplares en la tienda (el supermercado de Iranzo en calle Granada), que si se llamaba Palabras Trenzadas… yo, en un principio, pensé que hablaban de que el cuñado de ella había escrito otro libro, pero no, era que ella, junto con Vicky Fernández (que ahora mismo no tengo ni idea de quién es, pero seguro que la conozco) habían escrito un libro y que lo habían presentado a finales de febrero, que si ella no estaba allí, que podía comprarlo y dejarlo para que ella lo dedicara, etcétera.
(Que sí, que fue el miércoles 31 al medio día, que también estuve en el superSol a comprar un termo para poder llevar té cuando fuésemos a visitar a Sandra y después del superSol es cuando me llegué a por el libro y a ver a mi hermano… creo… sí… ¡jo! ¡que cabeza!).
La cuestión es que pasé por la tienda y compré el libro (10 euros), que si quería dejarlo para que lo firmara, que no importa, si acaso después de semana santa, que estos días quiero aprovechar para leer. Pues eso que no le dejé el libro para que me lo dedicaran, que me lo quería llevar, ya que me gusta ir leyendo varios libros a la vez, así que… no era plan de dejárselo allí…
Pero lo que son las cosas, cuando iba estaba cruzando de calle Granada a Castilla Pérez, me encontré a Lucía y la paré para que me dedicara el libro, como ni ella ni yo teníamos boli, se lo pedí a la gente del bar que hace prácticamente esquina con Castilla Pérez (es que no recuerdo el nombre, pero me fijaré la próxima vez que pase por allí) y amablemente me prestaron uno, se lo di a Lucía y me lo dedicó, así que… este libro tampoco entrará en el reparto-donación ese que quiero hacer con mis libros técnicos y algunos no técnicos… a ver si me decido a hacerlo, que ya llevo más de dos meses diciéndolo y… pero bueno, ya se sabe… y si no lo sabes, te lo digo… que algunas veces las cosas me las tomo con muuuuucha calma, pero más… la prueba la tienes en estas crónicas, que o tardo mucho o me enrollo más que… en fin…

 

Por cierto, hoy, 31 de marzo, es el cumple de mi hermana Maru (María Eugenia), así que… ¡Feliz cumpleaños! Aunque ya la felicité en su momento (recuerda que esto lo escribo el día 3 de abril), pues… para que quede constancia aquí también, más que nada, porque ya es un mérito que uno se acuerde de estos cumpleaños, sobre todo de la gente que no tienes en el Facebook, porque otra cosa no tendrá el feisbúc, pero como recordatorio de cumpleaños está muy bien… eso sí, si la gente pone su fecha de forma correcta (independientemente de que muestren o no el año de nacimiento).

 

Hoy miércoles supuestamente teníamos tenis de 7 a 8, sin profe, y aunque yo no debería ir, le comenté a San que si ella me recogía que iba, aunque solo fuese como el lunes: a pelotear un poco; pero me dijo que mejor no, que tenía un bultillo en la mano derecha y que no iría, ya que así le servía descanso porque el viernes al ser fiesta tampoco había tenis. Le comenté que si iba a darle una vueltecilla al Coco que me lo dijera, que yo me apuntaba. Todo esto sería a eso de las 6 y pico.

Y como dijo que no iría al tenis, aproveché y me acerqué a la tienda de mi hermano para hacer lo que no hice por la mañana y dejarle configurado como él quería todo el tema de las copias de seguridad, con idea de que él mismo pudiera hacer cambios para cuando fuese agregando nuevas carpetas y cambiara de disco externo y esas cosas.

Estando aún en la tienda me llama San, que si venía a recogerme para ir a pasear a Coco, Vale, estoy en calle la Cruz, ¿Y eso dónde es?, Frente al Banesto, Ni idea, Vale, me acerco a la Ermita, donde está Unicaja, ¿Un poquillo más arriba de CajaMar?, Sí, donde para el autobús urbano. Pues allí quedamos, y para allí me fui. Al ratillo llegó San, que todo aquello estaba con los cachivaches esos para que no aparcaran los coches, que estaba como preparado para una procesión, de niños creo que fue, por la gente que vi vestida de penitentes que eran todos niños, y la hora creo que fue a eso de las 9, ya que cuando fui a la tienda de mi hermano Amalia le decía a alguien -en la puerta de la otra Amalia- que la misa era a las 8 y un cofrade le dijo que la procesión era a las 9.
Nos acercamos al Ortíz, que ella tenía que comprar pan… y por lo que tardó en volver parecía que se iba a llevar la panadería entera, y es que aprovechó para comprar verdura en una tienda que han puesto al lado de Ortíz… que si una lechuga Iceberg o qué se yo… como si yo me enterara de cómo se llaman las lechugas… en fin…

El paseíllo lo dimos hasta Maro, a la vuelta tiramos por el puente viejo, que por cierto, a la ida, cuando pasamos por el cruce que va apara el puente viejo (pero yendo desde Nerja a Maro) había un par de mujeres que no se cortaron un pelo, se ve que a una le entró ganas de descargar aguas (supongo) y cuando estábamos llegando… allí que estaba ella con to el culo fuera, o al menos eso parecía, lo mismo llevaba unas medias color carne, pero vamos, por el gesto de subirse la falda era evidente que no se paró a recoger flores en el camino… en fin…
Al pasar por el puente (en la vuelta) casi que tuvimos que ir haciendo equilibrio, ya que estaba todo encharcao de agua y sólo había un pequeño filo con algo de tierra, que más que tierra era barro… y si a eso le añadimos que se veía más bien poco, pues… vamos que creo que otro día no repetimos camino, al menos en la vuelta y si ya está oscureciendo, sobre todo porque San llevaba al perro, porque si lo dejaba en el suelo, pues… se hubiese puesto de aquella manera… pero el exceso de agua que hay ahora no se notó solamente en el puente, ya que subiendo la cuesta que hay después del puente también había un pequeño riachuelo… o casi, en realidad era el agua que cruzaba la carretera e iba a parar al puente, y ese agua venía de los campos que hay más arriba, pero arriba del corte o pared que hay, no de arriba de los campos que hay más arriba, que también podría ser…

 

Y después de dejarme San en el Puente, no que me haya abandonado en un puente y se haya ido por ahí como diciendo: ¡ahí te quedas! no, es que es donde habían quedado los "meditadores" para cenar (el Puente, con mayúsculas, es un restaurante que está en el puente viejo, pero el puente viejo que está en el centro del pueblo, no el que está cerca de Maro, que también es un puente viejo), pues eso, que después de que ellos cenaran (yo me tomé una Buckler 0,0), nos fuimos a dar un paseillo nocturno por la Torrecilla y alrededores, y como casi que había luna llena (o al menos ayer lo fue), hice la foto esa que te he dejado ahí, y que espero que te guste… decirte que hacer este tipo de fotos con la Sony TX7 algunas veces es un rollo, ya que tanto el enfoque como la exposición son automáticos y… pues eso, que uno casi que no lo puede controlar, pero… más o menos salen bien… ¿no?

 

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Foto 1. La Torrecilla de noche casi con luna llena (23.07)

 

Nos vemos.
Guillermo
Terminado de escribir/publicar el sábado 3 de abril a las 16.16, pero publicado con fecha del miércoles 31 de marzo a las 23.30

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