Un ratillo de playa (u dos)

Pues eso, que este medio día, pero no el medio día de las 12, bueno, sí, debería ser, pero habitualmente ese medio día hace referencia a la hora de comer, es decir, más o menos a las 2 de la tarde. Sí, vale, ya sé que podría haber dicho que a las 2 de la tarde me fui a la playa (con Mari Carmen) y hubiera acabado antes, y sin tener que formar el lío este que he formado, pero… es lo que me ha surgido así de sopetón: al medio día… nos fuimos a la playa, a Burriana, para ser más concretos y para tomar un ratillo el sol.

Porque hoy si había sol, que ayer estuvimos también pero no lo había, al menos cuando nos fuimos, ya que la intención de ir era porque había “algo” de sol, pero se nubló, pero… ya que estábamos, pues… aprovechamos.

En las fotos 1 y 2 puedes ver cómo estaba ayer sábado a las 13.29 (foto 1) y hoy domingo a las 14.14 (foto 2). En las fotos no se nota mucho, pero ayer había menos gente que hoy, por supuesto, hoy no había tanta gente como la semana pasada, que esto de que el día suela estar nublado hace que la gente no se anime demasiado a irse a la playa.

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Foto 1. La playa de Burriana el sábado 21 a las 13.29


Foto 2. La playa de Burriana el domingo 22 a las 14.14

Eso sí, con idea de no empeorar el dedo, le puse una pequeña bolsa con un poquillo del plástico/fixo ese que hace las veces de esparadrapo, con idea de que no le entre nada… o casi… además, para no llevar el plástico a la vista (y para que no estuviera el dedo con más opciones de estropearse más) me puse unas zapatillas de esas de andar por el agua, de las que tienen boquetillos debajo para que salga el agua que entra, pero que en la playa son un rollo porque entra arena, chinos y de todo lo que molesta en los pies… pero bueno, mejor así que sin nada de protección ¿no? pues eso… Como ves el que no se consuela es porque no quiere… en fin…

De todas formas, el sábado intenté no moverme más de lo necesario, así que ni fui a dar una vuelta por la playa, ni, por supuesto, me bañé, sólo estuve tumbado en la toalla leyendo la tercera entrega de Millenium, que últimamente lo tengo algo abandonadillo (al libro, me refiero), y con el pie del dedo malo sin apoyarlo en la arena, que como uno se pone boca abajo para leer, lo primero que apoyaría sería precisamente el dedo gordo.

Hoy domingo, sin embargo, si que estuve andando un poco (es que no me gusta como suena anduve, que sería lo que tendría que haber usado ¿no? pues…), pero sin mojarme los pies y teniendo cuidado de no meterme donde no debería, y sobre todo no volver a “meter la pata”. Me acerqué por la parte occidental de la playa (vamos, por el lado de Carabeíllo) para hacer algunas fotos y ver cómo estaba aquello, que más o menos sigue igual que el otro día. No te voy a poner fotos, porque aparte de que están con más contraluz, no hay nada nuevo que mostrar, al final, te pongo una foto de unas barcas en la playa y así te haces una idea de cómo está la arena además de tener una vista “típica” de una playa andaluza y marinera (o casi).

Meter la pata no la metí, bañarme tampoco me bañé, y no por faltas de ganas, sino por no mojar el dedo con la venda y demás, que seguramente mañana lunes mi amigo Fernando, (el enfermero/curandero), me diga que ya me puedo bañar, de no andar con miramientos a la hora de mojarme el pie, a ver si te piensas que llevo una semana sin bañarme, que no es eso, que si hueles algo… será porque hay algo raro ahí, que no aquí, jejeje.
A lo que iba, que al final metí la pata en el agua y me mojé, pero por ayudar a un hombre que se cayó al agua, en la orilla, que iba a mojarse un poquillo las manos y se ve que perdió el equilibrio y cayó de bruces, yo no vi como caía, me avisó Mari Carmen (yo estaba leyendo boca abajo), y la verdad es que ni al levantarme ni al ir corriendo hasta la orilla ni al apoyar el pie en el suelo para hacer más fuerza para levantar al hombre, me dolió el dedo, o al menos no noté dolor, seguramente porque estaba más pendiente de lo que hacía que de mi dedo… Por suerte éramos tres los que ayudamos al hombre este que se cayó, uno de los tres al ver que los una mujer y yo estábamos ayudando a que se levantara, se dedicó a recoger las cosas que se le cayeron al agua, gafas, bastón y algo más que no vi…
No pasó nada, solo el susto, y sobre todo el alboroto de ver a una persona tan grande caerse en la orilla.

Lo que tenía que haber hecho (yo) es aprovechar que me había mojado el pie para pegarme un baño… total si ya estaba mojado ¿no? pero me resistí, porque el agua tenía pinta de estar buena… ¡que ganas tengo de bañarme en la playa!

Y ya lo dejo… pero no sin dejarte la foto que te comenté antes.


Foto 3. La playa de Burriana, unas barcas y la Cuesta del Cielo, domingo 22 a las 14.20

 

Nos vemos.
Guillermo 
Terminado de escribir a las 19.53 del domingo 22 de Noviembre de 2009

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